Un año más cumplimos con la tradición prestando nuestro trabajo para coordinar la Bajada de Antorchas de la noche de Reyes Magos, este año mucho más popular que nunca al caer en domingo, dato que propició que unas 4.000 personas subieran a Bolón, cada una de ellas con un plan: unos a almorzar, otros a comer, otros a merendar y la mitad de ellas, más o menos, a quedarse hasta la hora de bajar las antorchas, allá a las 18:00 h. Más incidentes de los deseados, propiciados seguramente por que la mayor parte de las personas que acceden ese día a Bolón son solo montañeros-as por un día, sin el calzado adecuado y algunos-as muy justitos físicamente para esos menesteres, pero las ganas de vivir ese momento desde arriba les da "alas". No cabe duda que desde el valle la plasticidad de la Bajada es mucho mayor, pero la ilusión de formar parte de esa cadena de fuego les empuja a subir (y luego bajar) la deteriorada y empinada senda. Al día siguiente apenas una docena de voluntarios-as recogimos los "olvidos" de una parte de los asistentes, que mal repartido está el mundo: un día 4.000 personas al día siguiente solo 12.
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