Casi en la cumbre del Roc, arriba era imposible
Se añadió una dificultad a la jornada con el fuerte viento reinante en la parta de alta, aún así todos disfrutamos de la espectacular subida al Roc. Luego luchamos un buen rato con Eolo en el acercamiento al Mulero, adonde llegamos tras una fuerte subida, aunque a algunos se les quedó corta y en un descuido se me fueron para la cumbre de Aitana, menos mal que les convencí de que el Mulero ya lo habíamos pasado y que había que volver a los coches. Éramos 27 (conmigo incluido) y ninguno quiso pegarme, algo es algo.
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